La semana pasada visité una exposición sobre obras de los
autores holandeses de la escuela flamenca en el Mubag de Alicante. La exposición
se titulaba de Rubens a Van Dyck, y es una colección de obras de arte que
pertenecía a Gerstenmaier.
La exposición se distribuía en tres salas, la primera había
expuestas obras hechas con la técnica de grabado. Eran varios retratos de
persona de aquella época y además había una serie de obra sobre mitología y
alegorías realizadas por el artista Hendrick Goltzius. La siguiente sala
contigua a la siguiente encontrábamos ya cuadros más del tema religioso donde
aparecían repetidas veces la virgen con el niño y la crucifixión de cristo,
como por ejemplo la obra de Adrien Thomas Keys- Calvario. Había otro cuadro por
ejemplo que ilustraba la imagen de los tres reyes magos obsequiando al niño
Jesús con sus regalos.
En la última sala pero más extensa y que las otras se
exponían obra más de género paisaje, naturaleza muerta y alegoría. En esta sala
en sus extremos se situaban en cada uno un cuadro de gran formato con
dimensiones como por ejemplo la obra de Adrian Gryef , paraíso terrenal de 270cm x 190 cm.
En la parte oeste de la sala se reunían todo lo que eran
cuadro de género de bodegón y pequeños tondos de la virgen hechos con una gran
minuciosidad que sorprendía al observarla de cerca. Mientras en la zona este se
agrupaban las primeras obras que de la historia que comenzaban a poner en vigor
el paisaje frente a la escena que se representaba.
Esta exposición me atrajo desde un principio por la
minuciosidad y realismo con la que teóricamente sabía que trabajaban los
artistas de esta escuela, además de ver con mis propios ojos el efecto del óleo
en las texturas. Y realmente fue una gran experiencia el observar detenidamente
cada uno de los detalles que aquellas grandes obras escondían. La obra que más
me llamó la atención fue la obra de Gaspar Verbruggen, jarrón de jardín con
flores.
Pues aun siendo un simple bodegón, el color, la textura que
daba el óleo, y la minuciosidad de la pincelada y con ayuda del escorzo le daba
un increíble efecto de profundidad y volumen que invitaba a palpar el
lienzo. En la pincelada se podía
percibir la suavidad de los pétalos de las flores e incluso las gotas de aguas
parecía dejadas caer sobre el cuadro de verdad. Además el característico
claro-oscuro de estos pintores le daba un dramatismo impresionante.
Para mi gusto la exposición era pequeña pero sin embargo,
debido a la cantidad de detalles que tenían los cuadros hacían que gastases
mucho tiempo observándolos, por lo que no se hizo pesada ni monótona ya que la
progresión de la exposición iba cambiando los géneros. Fue una exposición
interesante para visitar pero sin embargo no de mis preferidas.
Dredkas
La exposición, por lo que cuentas, debía ser muy interesante. La escuela flamenca durante el barroco fue muy importante. Celebro que le dedicaras tu tiempo a las obras. Bien por tu entrada.
ResponderEliminar