Esta fotografía se llevó a cabo
con la intención de recrear una famosa postura que el desaparecido Freddie
Mercury solía realizar en sus conciertos, y que se encuentra inmortalizada en
una escultura que se encuentra en Montreux, Suiza. De algún modo, la que yo
realicé pretende recrear esa obra, pero en un lugar y contexto distinto. La
imagen se tomó el 29 de agosto de este mismo año, en uno de los numerosos lagos
de Escocia.
Como se puede observar, el sol
aparece tímidamente de entre un cielo muy nublado (lo cual dice mucho del clima
del país), creando un efecto de contraluz en la imagen. Mi silueta se distingue
gracias a dicho efecto, y, aunque se encuentra en un primer plano centrada, no
capta toda la atención del espectador, ya que consigue confundirse con el
precioso paisaje de fondo. Además, la luz del sol se refleja en parte en las
calmadas aguas del lago. Todos estos
aspectos consiguen que la fotografía adquiera un toque heroico, y en parte,
melancólico.
De esta manera, la obra resume
muy bien los dos aspectos que quería transmitir en el momento que se realizó:
el entorno; es decir, el encanto de la naturaleza escocesa, y el legado de una
de las mayores leyendas de la historia del rock.
Es una fotografía estupenda en un marco natural extraordinario. Escocia es lo que tiene. Y Mercury también. Veo y leo lo mucho que te gusta.
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